Prevalencia de la DE en diferentes grupos de edad

La disfunción eréctil (DE) es un problema muy extendido que afecta a hombres de todas las edades. La prevalencia de la DE aumenta con la edad, oscilando entre el 2% en hombres menores de 40 años y el 86% en hombres de 80 años o más. Se estima que el 8% de los varones de 20 a 29 años y el 11% de los de 30 a 39 años están afectados por DE. Los datos también sugieren que está aumentando el número de personas menores de 40 años que buscan atención médica para la DE.

La edad es la variable más asociada a la disfunción eréctil

La probabilidad de padecer disfunción eréctil aumenta con la edad: el 22% de los hombres mayores de 60 años y el 30% de los mayores de 70 padecen impotencia. El trastorno depende en gran medida de la edad, ya que la prevalencia combinada de disfunción eréctil de moderada a completa aumenta de aproximadamente el 22% a los 40 años al 49% a los 70. La prevalencia de disfunción eréctil completa aumenta del 5% a los 40 años al 15% a los 70 años.

La edad es la variable más fuertemente asociada con la DE.

El papel del estado general de salud, los factores del estilo de vida y las comorbilidades

Muchos factores que contribuyen a la disfunción eréctil pueden darse a cualquier edad, y no es una parte inevitable del envejecimiento. Los trastornos médicos más frecuentes asociados a la disfunción eréctil son los que alteran el flujo sanguíneo arterial a los tejidos eréctiles o los circuitos neuronales. Los hombres con mala salud física y emocional son más propensos a sufrir disfunción sexual.

La obesidad y su asociación con la disfunción eréctil

La obesidad también está asociada a la disfunción eréctil, ya que puede provocar trastornos del flujo sanguíneo y alterar los circuitos neuronales. Mantener un peso saludable es esencial para la salud en general y puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar disfunción eréctil.

Modificaciones del estilo de vida para mejorar la función eréctil

Las modificaciones del estilo de vida pueden ayudar a mejorar la función eréctil y a disminuir el ritmo de deterioro de la función con el envejecimiento. Algunas de estas modificaciones son

a. Dejar de fumar: Dejar de fumar puede mejorar significativamente el flujo sanguíneo y la salud cardiovascular en general, lo que puede ayudar a mejorar la función eréctil.

b. Pérdida de peso: Mantener un peso saludable o perder peso si hay sobrepeso puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo y reducir el riesgo de desarrollar disfunción eréctil.

En conclusión, la edad y la prevalencia de la disfunción eréctil están estrechamente relacionadas, y la probabilidad de padecer disfunción eréctil aumenta a medida que los hombres envejecen. Sin embargo, diversos factores, como el estado general de salud, el estilo de vida y las comorbilidades, también influyen en el desarrollo de la DE. Las modificaciones del estilo de vida, como dejar de fumar y perder peso, pueden mejorar la función eréctil y disminuir el ritmo de deterioro de la función con el envejecimiento.